Selección de los jueces: un espectáculo que se burla de la inteligencia del pueblo dominicano

El Consejo Nacional de la Magistratura ha concluido las supuestas evaluaciones de los aspirantes a jueces de la Suprema Corte de Justicia y del Tribunal Superior Electoral. Está previsto para mañana dar a conocer los nombres de los seleccionados. Lamentablemente, los dominicanos seguimos creyendo en políticos corruptos que se reparten los cargos de jueces para proteger su impunidad, para servirse, para quitarle el derecho al que lo tiene y dárselo a aquel que no lo tiene, y proteger sus ambiciones personales y políticas.

Una supuesta evaluación de jueces para montar un espectáculo y dar la apariencia de transparencia, una supuesta evaluación de jueces para escoger los mismos mediante acuerdos políticos, es precisamente por eso que los dominicanos y dominicanas no creen en la justicia dominicana, a todos los niveles, de manera donde no existe una seguridad jurídica.

En la República Dominicana no se puede hablar de independencia del poder judicial; solo basta que uno de los jueces escogidos reciba una orden del partido que lo eligió para que decidan de acuerdo a los lineamientos del partido, pasando por alto su juramento de respetar la ley y la Constitución de la República, de manera especial el inciso 1 del artículo 75 de la Constitución de la República.

Esa burla al pueblo dominicano se va a acabar cuando las masas populares se levanten y saquen esa podredumbre del poder judicial, saquen a esos políticos del poder judicial. Los jueces que se van a seleccionar los va a escoger el Partido Revolucionario Moderno (PRM) y la Fuerza del Pueblo (FP); esos dos partidos tienen el control de los jueces de la Suprema Corte y el Tribunal Superior Electoral.

Hace varios días, la magistrada Pilar Jiménez Ortiz escribió una carta dirigida al Consejo Nacional de la Magistratura. En uno de sus párrafos, la magistrada dice: «En el marco de su entrevista, se percibiese inseguridad respecto de la ecuación «calidad/cantidad» en torno a la emisión de sentencias en la Sala que preside».

La magistrada Pilar Jiménez Ortiz debió, al tocar el tema de inseguridad, debio referirse a la inseguridad jurídica que se vive a diario en los tribunales de la República Dominicana. ¿Por qué hay tanta inseguridad jurídica en las sentencias que emiten la Suprema Corte de Justicia y el propio Tribunal Constitucional? Si usted le hubiese dicho la verdad en su carta, habría tenido el respaldo del pueblo dominicano, que es el más perjudicado en ese festival de sentencias, donde hoy se emite una sentencia y mañana se emite otra que la contradice, convirtiendo a la justicia dominicana en una inseguridad jurídica constante. Hay una incertidumbre en la que no se sabe si al día siguiente salen con una nueva de la que están acostumbrados a emitir; tiene de relajo a la mayoría de los ciudadanos dominicanos.

Muchas de esas sentencias se dictan por chismes y pasiones, órdenes de políticos, órdenes de jueces pidiendo favores y bajando instrucciones a jueces de tribunales inferiores, y estos últimos satisfacen esas instrucciones para sentirse con apoyo cuando cometen una de las que tienen acostumbrados a todos los abogados, cuando cometen una ilegalidad en la emisión de una sentencia. Así se forma un círculo que constituye una especie de terrorismo judicial, y eso lo saben los abogados que están en ejercicio; pregúntele a ellos, salga y haga una encuesta sobre la credibilidad del Poder Judicial, para que se dé cuenta de la desconfianza de la población en la Justicia Dominicana.

En otro párrafo de su carta, magistrada Pilar Jiménez Ortiz dice: "Todo sigue siendo igual. El poder político sigue buscando quién deje caer, insinúe o provoque rumores perniciosos y denigrantes contra el evaluado a quien no quiere ratificar, no obstante su trayectoria (...)"

Le recuerdo que usted fue elegida por el poder político, que si no hubiese sido por ese poder político, usted no hubiese llegado a ser Jueza de la Suprema Corte de Justicia, porque otros jueces con muchísimas cualidades y trato humano no pudieron llegar por ese poder político que la eligió a usted y a los demás miembros de ese alto tribunal. La magistrada Pilar Jiménez debió decir la verdad en esa carta, decir que todos los jueces de la Suprema Corte y los tribunales constitucionales son elegidos por el poder político.

Debió de explicar en su carta que antes de que se inicien las supuestas evaluaciones se eligen en secreto cuáles son los jueces que van a ocupar esas posiciones. No hay un solo juez elegido que, antes de ser elegido, tiene que reunirse con el presidente del partido que lo va a escoger, llámese Luis Abinader Corona, Leonel Fernández o Danilo Medina. Todos los jueces que participan en esas supuestas evaluaciones, si no son llamados por los presidentes de cada partido a una reunión previa a las supuestas evaluaciones, acuden a perder su tiempo. Todos los que son elegidos jueces previamente ya se han reunido con los líderes de los partidos para que les aseguren sus intereses y los de sus socios. La magistrada Pilar debió explicarle eso al país, al pueblo dominicano, que está huérfano de una justicia transparente e independiente. Es una lástima y pena que no imitemos a Perú.

Sabemos de su entrega al trabajo y lo diligente que fue cuando estuvo en la Presidencia de la Cámara Civil Comercial del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional. Lo que no sabíamos era que usted tenía un apoyo político para ser elegida Jueza de la Suprema Corte de Justicia. En el actual sistema de derecho de la República Dominicana, la selección de los jueces de las Altas Cortes no garantiza la independencia de los jueces elegidos. Mientras en la República Dominicana se sigan escogiendo los jueces de esa manera, no habrá independencia del Poder Judicial.

En su último párrafo de la carta de Pilar Jimenes Ortiz, usted dice: "Lo que marca el camino de lo que se denominaría la destrucción y el colapso del Estado de Derecho…"

Los dominicanos nos preguntamos: ¿Y en la República Dominicana ha existido estado de derecho? Usted juega con la inteligencia del pueblo dominicano cuando aquí se cambia un criterio jurisprudencial por una orden de Luis Abinader Corona o por Leonel Fernández y Omar Fernández, usando de intermediario a la oficina de abogados testaferro y, en otros casos, por la oficina que los representa. Aquí se cambia un criterio jurisprudencial por orden de un juez que esté interesado en ese caso; aquí se cambia un criterio jurisprudencial por un chisme, pasiones personales y otras razones, para quitarle el derecho al que lo tiene y dárselo al que no lo tiene. ¿De qué estado de derecho usted habla? Eso debería darle vergüenza, pero como desde esa posición se pierde la sensibilidad humana, no se tiene cuidado de lo que se va a escribir. Hay que tener consideración del sufrimiento de la población dominicana que espera una justicia independiente y no llega. Aquí no se puede hablar de estado de derecho por la forma de la supuesta selección de los Jueces.

Tenemos líderes que debieron estar presos y otros destituidos u obligados a dimitir por el pueblo dominicano. Y esos son los que están, lamentablemente, eligiendo a los jueces de la República Dominicana.