Estados Unidos quiere defenderse mejor contra los drones y por eso ha creado esta nueva unidad militar

El Pentágono reorganiza su estrategia defensiva para contrarrestar el avance imparable de los drones, una nueva y compleja amenaza

MUNDIALESHoy FUENTE EXTERNA
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Drones rusos enviados a Ucrania

El Departamento de Defensa de EE. UU. ha impulsado una iniciativa frente al auge de los drones hostiles. Busca centralizar y acelerar el desarrollo de tecnologías para neutralizar estas aeronaves, demostrando un desafío de primer orden. En su momento, la aparición de varios drones desconocidos hizo causar el pánico en EE. UU.

La decisión del Pentágono llega tras una escalada en los incidentes con drones. Fuerzas de EE. UU. en Oriente Próximo sufren un notable incremento de ataques, exigiendo una estrategia defensiva eficaz. Además, sus drones son caros, por lo que su tecnología nunca terminó de ser útil.

Para abordarlo, se establece una fuerza conjunta interservicios. Liderada por el Ejército, coordinará esfuerzos dispersos buscando una respuesta tecnológica unificada y rápida.

La nueva contienda aérea: un desafío asimétrico

La creación de esta fuerza operativa conjunta, según Next Gen Defense, agiliza el desarrollo de sistemas anti-drones. Su objetivo: consolidar iniciativas fragmentadas en una estrategia coordinada y eficaz.

El general James Mingus, del Ejército, comparó la amenaza de los drones con la crisis de los IED (2000). Esa situación originó la JIEDDO, famosa por desplegar rápidamente equipos de protección urgente.

Mingus subraya la necesidad de una estructura conjunta, interinstitucional, con autoridades y financiación flexible. Insiste en que la tecnología, al superar los ciclos presupuestarios, requiere financiación ágil y adaptativa. La iniciativa cuenta con respaldo militar de EE. UU. Su implementación y acceso a fondos flexibles para proyectos anti-drones y guerra electrónica, requieren aprobación del Congreso.

En los últimos dieciocho meses, los ataques con drones y misiles contra fuerzas de EE. UU. han aumentado. Han provocado la muerte de al menos tres ciudadanos y decenas de heridos. Buques de la Armada de EE. UU. en Yemen fueron atacados por drones de bajo coste de hutíes, apoyados por Irán. Muchos proyectiles se interceptaron, pero sigue siendo un peligro.

Esta situación revela un desequilibrio de costes. Un dron de 2.000 euros puede activar un Patriot de 4 millones o un SM-6 de 2 millones, generando una presión presupuestaria notable. William LaPlante, exresponsable de Adquisiciones del Pentágono, advierte que los sistemas anti-drones son demasiado costosos. Instó a soluciones más asequibles y escalables que aborden la amenaza sin comprometer recursos.

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