El expresidente peruano Alejandro Toledo recibe una segunda condena: 13 años y 4 meses de cárcel por lavado de activos

Una vez que cumpla 80 años en marzo de 2026, Toledo puede solicitar acogerse a la ley aprobada el pasado año en Perú que permite a los presos que alcanzan esa edad terminar de cumplir su condena bajo arresto domiciliario, bajo razones humanitarias.

TRIBUNALESAyer EFE
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Fotografía de archivo del 25 de enero de 2016 del expresidente peruano Alejandro Toledo. EFE/ Ernesto Arias

Lima (EFE).- El expresidente de Perú Alejandro Toledo (2001-2006) fue condenado este miércoles a 13 años de prisión y 4 meses por el delito de lavado de activos en el denominado caso Ecoteva, la segunda sentencia dictada en su contra por un delito de corrupción cometido durante su gobierno.

La Novena Sala Penal Liquidadora de la Corte de Lima dictó la sentencia contra Toledo a raíz de las adquisiciones inmobiliarias hechas con el dinero transferido ilícitamente en forma de sobornos por las empresas brasileñas Odebrecht y Camargo Correa a la empresa Ecoteva, fundada en Costa Rica por la suegra del exmandatario Eva Fernenbug.

La imputación corresponde a lavado de activos agravado en perjuicio del Estado, y junto a Toledo figuran como coautores su esposa Eliane Karp, su exjefe de seguridad Avraham Dan On, Shai Da On y Eva Fernenbug.

El exmandatario peruano se encuentra recluido en la cárcel de Barbadillo, una prisión ubicada en el este de Lima y reservada para expresidentes. Allí cumple una primera condena de 20 años de prisión por los delitos de colusión y lavado de activos, relacionados con los sobornos que recibió de la constructora Odebrecht a cambio de adjudicarle varios tramos de la carretera Interoceánica.

La reacción de Alejandro Toledo a su nueva condena en Perú

Toledo declaró, desde una conexión virtual, que estaba «desilusionado» sobre el sistema de justicia, que no estaba de acuerdo con la sentencia y que iba a presentar un recurso de nulidad.

A su vez, a Dan On lo condenaron a 13 años y 4 meses, mientras que el denunciado como cómplice David Esquenazi recibió 11 años de prisión.

En el caso de Karp, residente en Israel desde la extradición de Toledo a Perú en 2023, y de Fernenbug, la sala ha reservado sus procesos al considerarlas reos contumaces (ausentes).

En una sesión virtual, el tribunal señaló que estaba probado que se dispuso la transferencia de dinero para pagar las hipotecas de las casas de Toledo en la urbanización Camacho, en Lima, y en el balneario Punta Sal, en la norteña región Tumbes, y que no se ha probado la procedencia lícita del dinero.

Los jueces verificaron el incremento patrimonial de Toledo, a través de la compra de inmuebles con dinero maculado que provino de las citadas empresas extranjeras.

La acusación de lavado de activos

Para el colegiado también está probado que el expresidente, de 79 años, tuvo participación directa en el delito de lavado de activos, razón por la cual se acreditó su responsabilidad en el delito.

Afirmó que Toledo, su testaferro Josef Maiman y Dan On se valieron de las empresas en Costa Rica para recepcionar el dinero ilícito, pues éstos conocían de la procedencia ilegal del dinero derivado de cuentas en Suiza hacia las ‘offshore’ en Costa Rica.

Las transferencias de dinero de Odebrecht y Camargo Correa, entre el 2006 y 2010, constituyeron la confirmación del acuerdo ilícito y se trató de dar apariencia de legalidad a través de «servicios simulados», anotó la sala.

Una vez que cumpla 80 años en marzo de 2026, Toledo puede solicitar acogerse a la ley aprobada el pasado año en Perú que permite a los presos que alcanzan esa edad terminar de cumplir su condena bajo arresto domiciliario, bajo razones humanitarias.

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