Las fuerzas atacaron tres puntos estratégicos: los puertos de Hodeidah y Ras Isa, ubicados en la costa occidental, y una planta de energía en Hezyaz, cerca de Saná.
MEDIO ORIENTEHace 3 horas Redacción
Objetivos hutíes en Yemen fueron atacados el viernes por la Fuerza Aérea de Israel, mientras las autoridades israelíes advirtieron que seguirían persiguiendo a los líderes del grupo respaldado por Irán si no cesaban los ataques con drones y misiles.
Los bombardeos israelíes se llevaron a cabo tras un ataque realizado por una coalición liderada por Estados Unidos contra posiciones hutíes en Harf Sufyan, al norte de Saná. Aunque las autoridades israelíes señalaron que hubo coordinación con Estados Unidos, aclararon que la operación no fue conjunta.
Más de 20 aviones, entre ellos cazas, aviones de reabastecimiento y aeronaves espía, participaron en la misión israelí, según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Las fuerzas atacaron tres puntos estratégicos: los puertos de Hodeidah y Ras Isa, ubicados en la costa occidental, y una planta de energía en Hezyaz, cerca de Saná.
La central eléctrica de Hezyaz, según los militares israelíes, era clave para las operaciones militares del régimen hutí. Los ataques, afirmaron las autoridades, pretenden frenar la capacidad bélica del grupo rebelde.
Los líderes israelíes emitieron advertencias tras la operación, afirmando que los hutíes enfrentarán nuevos ataques si continúan con sus ofensivas. Tres drones lanzados desde Yemen fueron interceptados por Israel el jueves por la noche.
El primer ministro Benjamin Netanyahu aseguró que los hutíes están pagando un precio por sus ataques y que este costo continuará aumentando. “Los hutíes están pagando, y seguirán pagando, un alto precio por su agresión”, indicó en un comunicado.
Netanyahu señaló que los hutíes son un brazo de Irán en la región, cuyo objetivo es fomentar el terrorismo en Oriente Medio. Según el primer ministro, el grupo rebelde amenaza tanto a Israel como a la navegación global.
El jefe de gobierno israelí también subrayó que Israel actuará con firmeza contra cualquier amenaza, sin importar su origen o ubicación. Aseguró que su país no dudará en usar la fuerza cuando lo considere necesario.
El ministro de Defensa, Israel Katz, lanzó una advertencia directa al líder del grupo hutí, Abd al-Malik al-Hutí, afirmando que nadie estará a salvo si persisten los ataques contra Israel. Katz destacó que las FDI seguirán persiguiendo a los líderes y destruyendo infraestructuras terroristas.
“No habrá inmunidad para los líderes hutíes. Los perseguiremos hasta eliminarlos junto con sus instalaciones”, declaró Katz en un video difundido tras los ataques.
Las fuerzas israelíes llevaron a cabo los ataques mientras se desarrollaba una manifestación en Saná en respaldo a la Franja de Gaza y en contra de Israel. Durante la protesta, miles de simpatizantes hutíes se congregaron en la plaza Al Sabeen.
El puerto de Hodeidah quedó paralizado y el de Ras Isa sufrió graves daños tras los bombardeos. Katz insistió en que estos ataques son una advertencia clara: “Quien dañe a Israel será severamente castigado”.
Imágenes divulgadas por el ejército mostraron aviones F-16I de la Fuerza Aérea israelí despegando de la base Ramon, en el sur de Israel, rumbo a Yemen. También se publicaron videos de reabastecimiento aéreo en medio de la misión.
La televisora hutí Al-Masirah reportó 12 ataques aéreos realizados por fuerzas estadounidenses y británicas en Harf Sufyan y otros seis en el puerto de Hodeidah. Según la cadena, los ataques alcanzaron zonas cercanas a una manifestación pro-palestina en Saná.
Los hutíes asumieron la autoría de un intento de ataque con drones contra Israel ocurrido el jueves por la noche. Afirmaron haber lanzado tres drones hacia Tel Aviv, asegurando que lograron alcanzar sus objetivos.
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Las fuerzas atacaron tres puntos estratégicos: los puertos de Hodeidah y Ras Isa, ubicados en la costa occidental, y una planta de energía en Hezyaz, cerca de Saná.
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